Rogers, el Profesor
Rogers ha sido
profesor en las universidades de Ohio (1940-1945), Chicago (1916-58) y
Madison, Wisconsin (1958). Como invitado de honor, ha sido profesor en
las siguientes universidades: Rochester (1935-40), Columbia (1935), California
en Los Ángeles (1947), Harvard (1948), California (1953-54).
Ha recorrido varias
veces los Estados Unidos para ir a universidades y Centros de Investigación
Científica en donde desean oír y conocer personalmente al "maestro".
En febrero, 1963, apareció esta invitación en algunos diarios de Los Ángeles:
Eminente terapista se dirige a grupo de profesores: EI Dr. Carl Rogers,
terapista y profesor de psicología y psiquiatría en el Instituto de Psiquiatría
de Wisconsin, hablara sobre: "EI Hombre Moderno: la opinión de un
terapista: en la reunión del jueves que tendrá lugar a las 8 p.m., marzo 5, en
el Auditorio Sexson, Pasadena”.
Distinciones
Honorificas
Rogers fue presidente
de la Asociación Americana de Psicología en 1946; presidente de la División de
Psicología Clínica y Anormal de la misma Asociación en 1949; presidente de la Academia
Americana de Psicoterapitas en 1956.
Rogers, el Científico
Entre 1930 y 1956,
Rogers hizo unas ochenta y dos publicaciones científicas.
En 1956, la Asociación
Americana de Psicología Ie otorgo, con K. W. Spence y W. Kohler, el
"Premio por una Distinguida Contribución Científica", dándole una mención
honorífica que reza así: (Este premio se Ie concede) "...por haber desarrollado un método original para hacer objetiva
la descripción y análisis del proceso terapéutico." Y por copiosa
investigación sistemática para demostrar la eficacia del método, y para
explorar y poner a prueba las implicaciones de "la teoría”. Su
imaginación, persistencia y flexible adaptación del método científico en su
ataque a los problemas formidables que presenta la comprensión y modificación
del individuo como persona: ha introducido esta área de interés psicológico
dentro del campo de lo psicología científica" ("Amor. Psy.",
March. 1957, p. 125).
Claro está que la
A.P.A. primariamente tenía en cuenta el aspecto científico de las contribuciones
rogerianas. Sin embargo, quizá no es menos apreciable el hecho de que él ha
puesto los adelantos de la psicología terapéutica al alcance del pueblo.
Rogers ante dos Problemas de la Psicología Científica.
A) Ciencia y Libertad
En 1955 el profesor B.
F. Skinner, de la Universidad de Harvard, invito a Rogers a participar en un
amistoso debate en la Convención de la A.P.A. de ese año. (Es sabido que
Skinner. el inventor de las máquinas de autoaprendizaje, es una de las máximas
figuras de la más estricta psicología científica). Tema de la discusión: Uso de
la ciencia para moldear y controlar la conducta humana". A pesar de las
buenas intenciones de los dos conferencistas, dada la trascendencia del tópico
propuesto y la eminencia de los participantes, la contienda tenía que cargar Ia
atmosfera de dramatismo.
En síntesis.: Posición
de Skinner: "Si". Posición de Rogers: "Decididamente NO!"
EI texto de este debate fue publicado en "Science". Nov. 1956, 124,
pp. 1057-1066. Posteriormente Rogers amplio su opinión al respecto en un curso
sobre "Tendencias Contemporáneas" en Ia Universidad de Wisconsin, y
hace poco utilice ese material en un seminario para los profesores y
estudiantes del Instituto de Tecnología de California.
B) intuición y
Humanismo contra Objetividad.
No solo en eso se
aparta Rogers de la opinión de los fiscalistas respecto de Ia ciencia en el
campo de la conducta humana. Recientemente ha tratado de elucidar su punto de
vista sobre ese asunto, especialmente en sus dos conferencias "Personas 0 Ciencia?"
(Amer. Psy.", 1955, 10) y en "Dos Corrientes" (Simposio sobre
Psicología Existencialista, en la Convención Anual dela A.P.A., 1959).
Dos citas para dar una
idea de la cuestión. "Por una parte, nuestra devoción a la rigurosa
'cabeza dura' en psicología, a las teorías reduccionistas, a las definiciones operacionalistas,
a los procedimientos experimentales, nos lleva a entender la psicoterapia en
términos puramente objetivos..." (Rogers en "Existential
Psychology", ed. Rollo, May, p. 86).
"En cuanto he
llegado a ser un mejor investigador, mas 'cabeciduro' y más científico, me
siento cada vez más incómodo con la distancia existente entre mi rigurosa objetividad
como científico y mi casi mística subjetividad como terapista" (Rogers en
"Becoming a Person', p. 200).
Ya en 1930 Otto Rank había
asumido una posición que ilustra el caso de Rogers: "Puesto que yo he
pasado por todas las fases del desarrollo de la psicología científica y de sus aplicaciones
prácticas durante los últimos veinticinco años; mi amplia experiencia y estudio
tanto teórico como terapéutico, me ha llevado a Ia convicción de que el enfoque
científico a la conducta humana y a los problemas de la personalidad, no solo
es insuficiente sino que deja por puertas su parte más esencial, es decir, el
aspecto humano, cuya característica es precisamente que no puede ser medida, ni
chequeada, ni controlada. Y sin embargo, eso es el único factor vital no solo
en la vida sino también en todas las clases de terapia y de higiene mental en
el más amplio sentido" ("Otto Rank: a biographical study based on
notebooks, colleted writings... etc." by Jessie Taft. The Julian Press, N.
Y., 1958, p. 147).
Un ejemplo interesante
de los dos aspectos de Rogers, su intuición creadora y su humanismo por otra
parte, y su precisión objetiva como experimentalista por otra, son los
siguientes párrafos sobre la "Esencia de la Psicoterapia".
La Esencia de la Psicoterapia en Términos de la Ciencia
"Puesto que en la
terapia centrada en el cliente, ya
existe una teoría
cruda (aunque no es una teoría en el estricto sentido científico)
tenemos un punto de partida para la selección de hipótesis…
Por el momento
omitiremos la traducción de la teoría total en una lógica formal que fuera
aceptable y solo habremos de considerar unas pocas hipótesis.
Comencemos por
establecer tres de estas en su forma cruda.
1. La aceptación del cliente por el
terapista lleva a una creciente aceptación del "yo" por el cliente.
2.
Mientras
el terapista más perciba al cliente como persona mejor que como objeto, mas habrá
de percibirse el cliente a sí mismo como persona y no como objeto.
3. En el curso de la terapia, tiene
lugar en el cliente una clase de aprendizaje
experimental y efectivo. (Id. p.207).
La Esencia de la Psicoterapia en Términos de su Experiencia
"Yo me entrego a
Ia relación personal teniendo lo siguiente como hipótesis o fe personal: que mi
simpatía, mi confianza, mi comprensión del mundo íntimo de la otra persona, habrán
de conducir a un importante proceso de evolución personal.
Entro en esa relación personal
no como un científico, no como un médico que puede diagnosticar con precisión y
curar; sino sencillamente como una persona, es decir, entrando en una relación
personal. En tanto en cuanto yo perciba al cliente como objeto, el tendera a convertirse
en objeto.
Yo me dejo llevar
hacia una relación personal en lo
inmediato, en donde es mi organismo total el que toma el mando y es
sensitivo a la relación personal, y no es simplemente mi conciencia. Yo no
estoy respondiendo conscientemente, sea de manera simple o analítica; sino que sencillamente
reacciono de una manera irreflexiva ante el otro individuo, mi reacción estando
basada (pero no conscientemente) en mi total sensitividad orgánica a esta otra persona.
Yo vivo la relación personal sobre esas bases...
Parece que la esencia
de algunas de las partes más profundas de la psicoterapia es una experiencia en
unidad personal ('unity of experiencing'). EI cliente libremente es capaz de
experimentar su sensación psicológica ('feeling) en su completa intensidad,
como en una “cultura pura”, sin inhibiciones intelectuales o precauciones, sin
tener que aprisionarla con conocimiento de sentimientos contradictorios; y yo
soy capaz, con igual libertad, de experimentar mi comprensión de esa sensación
sin ningún pensamiento consciente acerca de él, sin ninguna aprensión o preocupación
acerca de a donde Ilevara todo esto, sin ninguna clase de pensamiento diagnostico
o analítico, sin ningunas barreras cognoscitivas o emocionales que impidan el
completo "dejarse llevar" en la comprensión. Cuando hay está completa
unidad, unicidad, totalidad de experiencia en la relación personal, entonces
ella adquiere esa calidad de 'fuera-de-este-mundo' que muchos psicoterapias han
advertido; es como sentir una especie de éxtasis ('tranec-like feeling') en la relación
personal de la cual tanto el cliente como yo surgimos al final de esa hora,
como si fuera saliendo de un pozo profundo o de un túnel. En estos momentos se
realiza, para emplear la frase de Buber, una verdadera relación personal de
'Yo-tú' un vivir fuera del tiempo en la experiencia que hay entre el cliente y
yo. Eso está en el polo opuesto de considerar al cliente o a mí mismo como a un
objeto, eso es el súmmum de la subjetividad persona”. (Amer. Psy. 1955,10).
Autor: Isauro Hernández
Fuente:
Vol. 8, núm. 2 (1963) La psicología terapéutica rogeriana
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